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Aprendizaje personalizado:
Gracias a las herramientas digitales, los contenidos se pueden ajustar a las necesidades y ritmos de cada estudiante.
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Uso de tecnologías actuales:
Se incluyen inteligencia artificial, realidad aumentada, simulaciones y análisis de datos para enriquecer la experiencia de aprendizaje.
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Metodologías activas:
Se promueve el aprendizaje basado en proyectos, la gamificación y el trabajo colaborativo.
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Conectividad y acceso global:
Las plataformas en línea permiten una educación sin fronteras, facilitando el acceso al conocimiento desde cualquier rincón del mundo.
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Desarrollo de habilidades del siglo XXI:
Se enfatizan competencias como la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación y la capacidad de resolver problemas.